Quizá el mayor drama que nos afecta a los humanos es el de pasarnos la vida opinando de lo que sea que se nos ponga por delante como si supiésemos algo, o mucho, de ello cuando la realidad es que por lo general no sabemos absolutamente nada de nada. Esto es algo de lo que nos podemos dar cuenta si estamos dispuestos a escuchar sin prejuicios a alguien que ha dedicado muchas horas a estudiar cualquier cosa que sea. Lo más probable será entonces que le oigamos plantear dudas sin cuento acerca de lo que para el profano es negro sobre blanco. Es lo que tiene esforzarse por saber que lo único que aprendes es a reconocer lo lejos que estás del fondo de la cuestión. Así es que, donde dije drama, debiera haber dicho tragicomedia porque, por un lado no paramos de decir tonterías que pueden tener hasta su gracia, y por otro causamos verdaderos estropicios cuando actuamos en función de esas tonterías que tomamos por verdades. En fin, no les digo nada nuevo. Desde el "sólo sé que no sé nada" socrático hasta "el elogio de la estupidez" erasmista, han sido multitud los sabios que han hecho hincapié sobre tal asunto sin que por ello la humanidad haya tomado la menor nota. Y es que quizá no pueda ser de otra manera porque de lo que peor llevamos y más inestabilidad psíquica nos produce es acercarnos a la conciencia de nuestra ignorancia que es tanto como decir nuestra inutilidad.
Me dio en repensar estas cosas a propósito de la lectura del borrador de la tesis sobre los orígenes del idioma japonés que me acaba de mandar Jacobo. Miles o millones de horas de estudio para dejar claro que nada está claro. Un verdadero monumento a la humanidad. El intento de hallar fundamentos sólidos en los que apoyarse para avanzar.
En fin, voy a ver si me aplico el cuento. Aunque, no sé, como no me meta a cartujo...
http://www.como-se-escribe.com/hincapie-o-incapie/
ResponderEliminarSin duda es incapié. Ahora lo corrijo.
ResponderEliminarQuiero decir hincapié.
ResponderEliminarGracias, colega. Sí, es así. En el caso del japonés nada está claro. El tiempo cierra las puertas y tira las llaves, pero, como decía aquel, a veces nos deja mirar por el ojo de la cerradura
ResponderEliminarPor cierto que la visión que se tiene de la realidad mirando por el ojo de la cerradura es uno de mis temas preferidos.
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