sábado, 19 de abril de 2014

Los refritos



Con motivo de la muerte de García Márquez no han faltado en las televisiones francesas comentaristas que se han apresurado a señalar que era un hombre de gauche. Como queriendo decir, que quede claro, para gusto de unos y disgusto de otros. Es como un tic, o sea, algo automático, no controlado, por tanto, por la razón. Funcionar por medio de los viejos estereotipos que permiten colocar a ciegas a cada cual en la casilla correcta del archivador. Porque esa es la cuestión: persona etiquetada, persona archivada, es decir, todo el mundo sabe en donde se le puede encontrar. Un mundo casi feliz.  

Los de izquierdas son así, así y así. Los de derechas asao, asao, asao. Lo malo es cuando uno de izquierdas, y más si es el que escribe las soflamas del Presidente, calza unos zapatos de varios miles de euros. Entonces corre la voz como la pólvora y el pobre hombre tiene que dejar de escribir las soflamas so pena de que todo el archivador se vaya al carajo y no haya en adelante forma de saber donde encontrar a cada cual. 

Curiosamente, los indios, que no en vano fueron los que nos dieron los números del sistema métrico decimal, ahora se han adelantado a poner una tercera casilla en el apartado de género de todos los impresos oficiales de solicitud de lo que sea. En adelante aparte de los tradicionales varón, hembra, se le añade uno que es una especie de refrito de los dos lo que no le impide tener una personalidad bien diferenciada. 

 A mi me parece que los indios tienen razón. Hoy día se sigue pensando en estados puros por pura pereza mental, pero a nada que pones a funcionar las neuronas caes en la cuenta de que lo que predominan son los refritos. Por ejemplo, ¿qué problema hubiese tenido ese pobre desgraciado de los zapatos carísimos si en vez de poner la cruz en la casilla de gauche la hubiese puesto en la de pijo-progre? Porque todo el mundo sabe que a nadie le amarga un dulce y el que conozca a alguien de izquierdas que en sonriéndole la fortuna no se lance al consumo de "buen gusto" que venga y me lo cuente. De izquierda, izquierda, así, a pelo, sólo los que no les queda más remedio y punto. Por cierto que la mayoría de esos se están pasando a Le Pen por aquello de la coherencia.  

Y hablando de Le Pen les daré un dato curioso. En los únicos barrios donde no ha ganado adeptos en las últimas elecciones son esos que se han puesto de moda entre los bobos. Los bobos, por si no lo saben, es un refrito de burgués y bohemio. Son gente que tiene pasta gansa pero pasa de "buen gusto". En vez de zapatos caros prefiere las chancletas, y en vez de los ferrari, la bicicleta. Como Mark Zuckerberg, por poner un ejemplo. 

En fin, lo de izquierda, derecha me parece que ya no sirve ni para bailar la yenca. Acaso, keynesianos y liberales, pero tampoco, porque es que si ya debes mucho, cual es el caso ahora, no puedes pedir más prestado para relanzar la economía porque, entonces, lo único que relanzas es el bolsillo del que te presta. No sé, pero para mí que lo único que podría funcionar es lo de los pijoprogres y los bobos. Dos concepciones de la vida que a mi juicio podrían dar corpus ideológico a partidos anclados en la realidad social que vivimos. En fin. 

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