sábado, 11 de julio de 2015

Reclinable de Ikea

Al final las cosas son de la única manera que pueden ser. Y por tan sencilla regla es que, en contra de la ceniza opinión de tanto bieninformado, Cataluña sigue, y sospecho que va a seguir por los restos, estando en donde ha estado siempre. Y por la misma razón se han equivocado de cabo a rabo los que se desgañitaban para asegurar que el Sr. Chiripas no iba a pasar por el aro. ¡Y vaya que si ha pasado! Y más que le hubiesen exigido. Es por las leyes elementales de la naturaleza que hacen que las aguas por mucho empeño que pongas en desviarlas siempre acaben por volver al cauce que le costó millones de años labrar. Claro, nunca se puede descartar que sobrevenga un cataclismo geológico que lo ponga todo patas arriba, pero me parece a mí que mientras las estanterías de los supermercados estén como están va a ser bien difícil cualquier sobresalto. En definitiva, apuesto con ustedes lo que quieran a que tanto la alcaldesa de Barcelona, Sra. Colau, como la de Madrid, Sra. Carmena, serán recordadas por la historia como las más conservadoras, e incluso reaccionarias, de todo el siglo XXI. Igual que lo será su correligionario el Sr. Chiripas, para que nos entendamos.

Así es que el lamentable hecho de que nos veamos prestando tanta atención a todo ese alarde de la nada que nos viene por las ondas y la letra impresa no es sino la prueba irrefutable de nuestra insignificancia. Nos las hubiéramos ingeniado para contar mínimamente en el mundo con nuestra tarea y todo ese pestilente enrenou nos hubiera pasado desapercibido. Lo de siempre, que ya me canso de repetirlo sin que por ello consiga aplicarme el cuento. 

Cambiando de tema, que diría Ángel el Proscrito, les contaré que estoy escribiendo esto en mis nuevos aposentos del distrito Retiro de Madrid. Podría decir que comienzo una nueva etapa, pero nada más lejos de mi intención. Leí hace mucho a Kavafis y desde entonces sé que nunca se cambia de ciudad porque la que cuenta es la que llevas dentro de ti. Y por eso será, pienso, que apenas hace una hora que estoy sentado frente a la ventana en el reclinable de Ikea y ya siento como si hubiese envejecido aquí. En fin, vamos a ver lo que dura dura. 

4 comentarios:

  1. Ikea, eso sí que es civilización. Si viviera Aristóteles no se sentaría en otro sitio.

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  2. Espero que vengas pronto a probarlo. Y yo en el de al lado ejerciendo de tábano socrático.

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    1. Reconocerás que pocas veces te han llamado algo parecido. Por lo menos por escrito...

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    2. Es verdad. Y todavía me lo estoy pensando.

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