A la entrada de Carrión, a la izquierda, Monsterio Santa Clara. Monasterio Santa Clara,/ en tus piedras venerables/... el inolvidable bolero que cantaba Jorge Sepúlveda. Es albergue de peregrinos. En el zaguán una exposición de esculturas y un mensaje de esperanza de Tordolín de Padilla. El arte de la chatarra. Templa y aguanta:
Amigo, escucha una proclama de la mejor esperanza. Porque hoy te digo que:
Aunque a jirones arranquen tu alma, tú, templa y aguanta.
Aunque a fuego abrase tu alma, tú, templa y aguanta.
Aunque con barro los ojos te cieguen, tú, templa y aguanta.
Aunque tus actos honrados creen la desconfianza, tú, templa y aguanta.
Aunque por decir la verdad te machaque la esperanza, tú, templa y aguanta.
Que envidias propias no te ataquen la mirada, tú, templa y aguanta.
Que envidias ajenas no frenen tu fe en la dádiva, tú, templa y aguanta.
Que contratiempos, desventajas, olvidos y desconfianzas no sean pesas en tu balanza, tú, templa y aguanta.
Porque mucho tiempo después, yo te digo, la puerta del cielo se abrirá a tu alma.
Y cuando allí entres tu felicidad será muy larga.
Pero hasta que esto ocurra, sólo te digo, ¡amigo!, templa y aguanta.
Y aguanta. Y aguanta.
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