Desde luego que, así, a primera vista, nadie diría que la chiquita de la foto muestra alegría por haber sido la protagonista del primer alumbramiento en el nuevo hospital de Reinosa. Estas cosas, se mire como se mire, ya no son lo que eran. En realidad, nunca lo han sido, lo que pasa es que la gente de a pie, que dicen los sindicalistas, se lo toman a cachondeo, pero la gente seria, esa, siempre ha sabido lo que vale un peine.
Gente seria, se lo cuento:
"Los detalles de la población de Irlanda son poco conocidos. Sólo señalaré, por tanto, que la extensión del uso de la patata ha permitido su rápido incremento durante el último siglo. Pero lo barato de este alimento y la poca tierra necesaria para su cultivo, añadido a la ignorancia y estado depresivo de la gente les ha impulsado a seguir su inclinación sin más expectativas que una inmediata y exigua subsistencia, y ha estimulado los casamientos hasta tal punto que la población ha crecido hasta mucho más allá de lo que la industria y los recursos del país pueden soportar"
Este tipo de observaciones fueron las que llevaron a Malthus a sacar unas cuantas e interesantes conclusiones. Primero, que las poblaciones están limitadas por los medios de subsistencia. Segundo, que cuando los recursos aumentan las poblaciones crecen, pero, y eh aquí la maldita enjundia del asunto, los recursos crecen aritméticamente y las poblaciones geométricamente. Lo aclaro para los indecisos: recursos, 2, 4, 6, 8, 10; población, 2, 4, 8, 16, 32. Se necesitan entonces, continua el autor, fuerzas superiores para poner coto al desmadre.
Las posibles barreras podrían ser la contención moral, el vicio y la miseria. "No much can be expected of moral restraint, y prácticamente nada después del matrimonio". El vicio tampoco le parece al autor la forma más recomendable de control de la natalidad. Sólo quedan el hambre y la malnutrición, a no ser que se recurra a la guerra o las plagas. No, desde luego, para Malthus no hay un futuro muy brillante para la humanidad. Así que, para empezar, vamos a ver si acabamos de una vez con todo tipo de caridad sea pública o privada. Que la pobreza recaiga sólo y exclusivamente sobre los hombros de los pobres. Y la gente, por favor, que se case cuanto más tarde mejor... claro esto podía ser relevante en los años del autor, pero ahora...
En fin, son muchas las veces en las que en conversaciones con amigos sale a relucir la bomba demográfica como principal causa de temores. Este año hemos llegado a los 7.ooo millones y parece ser que ya están cantados los 9.000 millones para el año treinta de este siglo. Pero no se amoínen y relájense los jóvenes, porque, según tengo entendido, hacia el 2050 se producirá una inflexión y la población mundial empezará a disminuir. Quizá entonces, las chiquitas como la de la foto pondrán mejor cara cuando les nazca un niño.
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