jueves, 18 de febrero de 2016

Lo tenemos chungo

Lo sobresaliente de las gestas que llevaron a cabo algunos españoles a lo largo de la historia nadie que no sea nacionalista catalán lo puede poner en duda. Cortés, Pizarro, Magallanes... gente así que, sin embargo, son una laguna en el imaginario popular. Háblale a un "proscrito" de ellos y pensará que le estás tomando el pelo. Tenemos que reconocer, mal que nos pese, que como referencias populares son una birria. Al populus, por lo menos el que yo he conocido, las únicas hazañas con las que siempre ha babeado han sido las del rico local que se fundió la hacienda cerrando el Perico Chicote de Madrid al grito de "todas las putas para mí". Ahí sí que el imaginario se desborda en una especie de hemorragia de satisfacción. Es el mito del señorito calavera como portador de valores eternos, por lo menos mientras no se le acaba la pasta y sigue pagando las rondas. 

Esta realidad tan sumamente importante por omnipresente, que yo sepa, nadie salvo Buñuel se ha parado a analizarla. Y es una verdadera pena porque barrunto que en su comprensión y consecuente relativización de los méritos en que se sustenta su prestigio podrían encontrarse parte de los remedios que necesita la patria para volver al esplendor de su pasado imperial. 

Y no seré yo el que vaya a deshacer semejante nudo gordiano. Considero mis dotes intelectuales enanas para tamaña grandeza. Desmitificar al señorito calavera es como pedir a la gente que no le gusten las canciones de Sabina. Historias de románticos perdedores con un hígado a prueba de bombas etílicas. Lo que, en definitiva, todo el mundo anhela cuando la melancolía del fracaso. O sea, casi todos los días a la caída de la noche. 

Sí, me temo que ahí esta el quid de esta jodienda sin enmienda. La de la corrupción. El diablo lo tiene chupao. A ver qué matao en presentándosele la oportunidad se va a resitir a la tentación. Yo por las putas vendo el alma. Y de fondo, una canción de Sabina para aligerar el peso de la culpa. 

Por cierto, el otro día vi una entrevista que hacían al tánden Sabina, Pérez Reverté. Era en casa de Sabina... toda llena de cosas de buenísimo gusto, como de familia burguesa de varias generaciones. El interior de una pirámide o algo así. Aunque el chaval calavera no perdía ocasión para criticar al PP. ¿Lo cogen? Calavera y de izquierdas. Y forrado, por supuesto. ¿¡A ver quién puede con eso!?

Lo tenemos chungo.

2 comentarios:

  1. "El Papa no nos deja comernos las almejas". Por decir algo...

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  2. Claro. es que desde que las aplican el procedimiento Koyack se han incrementado vertiginosamente las contaminaciones. Es lógico que el Papa que debe de velar por nuestra salud, etc.

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