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La página que está a punto de ver contiene material dirigido a adultos mayores de 18 años, responsables legalmente en la región en donde viven y contrarios a toda forma de esclavismo nacionalista, en especial el basado en las cadenas humanas.
Hay una creencia muy extendida por ahí que consiste en achacar a los catalanes la costumbre de levantarse por la mañana con una sola idea en la cabeza: a ver que se me ocurre hoy que pueda fastidiar a los españoles. Una cosa así como cuando Dña. Urraca veía en lontananza a Caramillo. "Por allí viene Caramilo, a ver que faena le puedo hacer hoy." Pues bien, nada más falso. Desde luego que hay en Cataluña gente encabronada, miserables para entendernos, que solo encuentran consuelo inventando hechicerías que piensan pueden hacer mal al prójimo. Hay otros, igual de miserables o más, que se mantienen callados y expectantes a ver de qué lado se inclina la balanza. Pero hay otros muchos a los que la vida les sonríe y quieren trasmitir su bienestar a los demás haciendo gala del más refinado ingenio. Y por eso es que ha habido siempre en España un sofisticado plantel de cómicos catalanes. Sin ellos, no me cabe la menor duda, hoy estaríamos bastante más atrasados de lo que estamos, en términos comparativos, quiero decir, en esa cosa tan esencial para el desarrollo humano que es el saber reírse de uno mismo.
Entonces, estando en esas, va Boadella y piensa que le han puesto a huevo a la que pintan calva, es decir, la ocasión de descojonarse un poco a costa de sus paisanos. Porque es que a sus paisanos, a los miserables y a los más miserables todavía, se les ha ocurrido hacer una cadena humana que estrangule cualquier intento de libertad individual en la región. Es el fascismo puro y duro de las sociedades pequeñoburguesas venidas a menos. Pero eso es ya otro tema. A lo que iba, que es que Boadella ha emitido el comunicado acompañado de las fotos que les muestro en el encabezado.
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