jueves, 19 de marzo de 2015

Delfos



Esta coincidencia que está a punto de producirse del inicio de la primavera con un eclipse de sol, sin duda, es algo que no debiéramos pasar por alto. Por mucho que sea puro fruto del azar, y nada más que eso, no estaría mal que hiciésemos como si también tuviese un cierto componente de necesidad, la que los dioses omnipotentes tienen de advertirnos de algo importante que está por llegar. Porque no hay que ser un lince para sospechar que una primavera que se inicia con un apagón pudiera tener algo como de negra premonición. Así, al menos, pienso que lo hubiera interpretado el oráculo de Delfos caso de continuar en activo. Aunque no nos hagamos ilusiones, porque siempre hay oráculos en activo que no cesan de lanzar sus predicciones. Otra cosa es que nuestra sensibilidad sea capaz de captar lo que de grano hay entre las montañas de paja que producen a diario. 

La negra premonición, por ejemplo, que nos acaba de lanzar el oráculo Houellebecq en su novela "Sumissión". Su sombra planea inmisericorde sobre multitud de debates que se dan en el país que se autodefine como "de las luces". Un boutade dicen los templados. Una mamarrachada asesina aseguran indignados los de la izquierda redentora siempre tan amantes de la libertad individual. No hagamos la amalgama claman los correctos de la política. Pero un día tras otro nos llega la noticia de que se ha ascendido un nuevo escalón. Entonces, se lanzan los gritos de rigor y para nosotros pensamos que no hay mal que por bien no venga: los ingresos por turismo se incrementarán. 

Un escalón tras otro, y ya nos vamos acercando al cielo. Haremos al final lo del protagonista de Sumissión que no es otra cosa que una puesta a punto de la filosofía hippy-sesentaiochera: ¿si nos invaden los rusos, qué haréis? Si nos invaden los rusos, pues aprendemos ruso y Santas Pascuas. Dame pan y llámame alfombra, en definitiva.

Si, creo que nos debiéramos tomar más en serio este eclipse y también las tonterías de los que, so capa de dignidad, no anhelan otra cosa que la sumisión para todos. Los dioses nos lo están advirtiendo.

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