Desde luego que si hay un pueblo, aparte del judío, al que hay que echar de comer aparte, ese es el coreano. Al del norte y al del sur, cada uno por lo suyo. Se pongan a lo que se pongan lo hacen divinamente. Me estoy imaginando las veladas perfectas de Kim Jong-il. Lo que no sé es si se tiraría a la esclava educada a tal efecto antes o después de la cena. Después del coñac es obvio que no. Seguramente se la tiraría antes, aunque también podría haber sido por la mañana como le gustaba a Mao. Claro que las de Mao, de esclavas nada, tenían que ser vírgenes elegidas a voleo. Ahora que caigo, ese anuncio que han puesto por todas las paradas de autobús que reza "hazlo por la mañana" está sacado sin duda de lo de Mao. Pero volviendo a lo de Kim, lo más probable es que después de una cena exquisita viese un clásico de Hollywood, que le chiflaban, mientras trasegaba coñac a todo pasto para poder llegar a los 700000 dolares al año. A buen seguro que los franceses habrán sentido mucho su muerte porque va de soi que el coñac de marras era francés. Porque es evidente que con Soberano es imposible llegar a los 700000 dolares.
De los del sur mejor no hay que hablar. Sólo con nombrar Samsung, Daewo, Hyundai y, por si eso fuera poco, ahora con el k-pop, ya está dicho todo. Te pones un rato a ver Arirang y flipas. Como son, por ejemplo, los trenes para ciclistas que salen todos los fines de semana de Seul en dirección a la csmpiña. Ni en tres siglos llega eso aquí.
Organización y disciplina, lo mismo para las grandes paradas del norte que para los mentados k-pops del sur. Así, los tíos, ganan todas las competiciones. No hay quien pueda con ellos. A lo mejor resulta que, como los judios, nacen filósofos. Y no es que lo diga yo que los judíos nazcan filósofos que lo dijo Teofrastro, pero, en fin, esa es otra historia que les puedo contar algún día de estos porque es muy interesante... por lo que nos toca.
Hoy me has dado por donde me duele, y no por otra cosa sino porque, aunque dicen que son muy sotas, yo a las coreanas les tengo mucha simpatía. Luego está una proeza que no sé si conoces: de los pueblos de hoy en día en el mundo, solo el chino y este coreano, son los únicos que escriben su idioma, me parece, con una escritura que han inventado ellos mismos. Y en comparación con el coreano -hangul- el chino es una patata...
ResponderEliminarPor cierto, Jacobo, que como dato curioso sí que lo es el hecho de que escriban con lo que han inventado ellos mismos, pero ¿es esa escritura práctica en comparación con otras? Tengo entendido que los chinos estuvieron a punto de cambiar sus ideogramas por nuestro alfabeto a principios de la revolución. Luego, por cuestiones nacionalistas, renunciaron.
EliminarCuando se inventó, en el siglo quince, era la escritura más práctica del mundo, por lo menos para escribir el coreano. Hoy, salvo el caso de alguna consonante que ha desaparecido pero se mantiene en la grafía, sigue siendo estupenda, más práctica, en efecto, que las dos romanizaciones que se usan, el sistema Yale y el Reischauer. En efecto: los chinos se plantearon en los ochenta alfabetizar a las masas con un sistema como el nuestro y me imagino que la causa principal no sería tanto la expansión de la cultura, sino que de esa manera se habría producido una verdadera revolución cultural, o más bien implosión, porque a la juventud le habría sido imposible leer los libros que no pasaran por el filtro de la publicación en la nueva escritura. Así el Partido se habría hecho más o menos con el monopolio de las ideas. En Corea del Norte, por ejemplo, solo se usa la escritura nacional: se han abandonado los logogramas chinos -seguramente por ese motivo- y en el sur las nuevas generaciones conocen cada vez menos. Si en China o en Japón no desaparecen es por el hecho de que, aunque se trate de un sistema arduo de aprender, una vez que lo dominas es muy práctico, la lectura es más rápida y la comprensión también. Si los niños de escuela tuvieran la última palabra, el cambio se produciría mañana. Por desgracia para ellos, son los adultos quienes deciden.
EliminarLa impresión que da mirando las cadenas internacionales chinas y coreanas del sur es que cada vez más gente de esos países habla el inglés. Supongo que son las élites, aunque en corea son numerosas. Al parecer hay trescientos mil coreanos en universidades americanas. No sé si será una exageración. En cualquier caso me gustaría saber del esfuerzo de esa gente para pasar de los logogramas al alfabeto occidental. De lo contrario, ya me has hablado de tu propia experiencia.
ResponderEliminarPor lo que yo sé, no les cuesta el menor trabajo. En Japón, desde hace unos años, se enseña a los niños el alfabeto en la escuela elemental, después de los silabarios locales. Inglés se empieza a estudiar sobre los doce, pero cada día hay más escuelas que lo enseñan antes, como es el caso de mi hijo, que con nueve ya lo está estudiando.
ResponderEliminarPor cierto, hablando del inglés; cada día hay más universidades por esta parte del mundo que ofrecen sus cursos en ese idioma, primero los de economía, y también los de ciencia. Creo que en unos veinte años toda la enseñanza que merezca la pena se hará en inglés; el resto se mantendrá como algo anecdótico. Imagino que en Europa pasará lo mismo. Bueno, ya está pasando...