Falta de neuronas y echar la culpa a otros de lo malo que te pasa es una y la misma cosa. Es decir, que la poca inteligencia y el resentimiento siempre van de la mano. Por no hablar de la envidia... de la que muy pocos se libran.
Así es que por estas y otras razones han brotado como hongos a lo largo de la historia de la humanidad todas esas ideologías de cariz igualitarista que so capa de bondad, e incluso justicia, no pretendían otra cosa que destruir a los más dotados para tirar del carro del verdadero progreso, es decir, el que libera al ser de dependencias y, así, le convierte en individuo.
En fin, nunca se me olvidará un cómic de Robert Crumb en el que un tipo con aspecto socrático se dedicaba a plantar coles y otras cosas en su huerto mientras recitaba sin descanso: "oket ontos oi". Luego, al atardecer, invitaba a sus vecinos a cenar las coles y fumar las otras cosas en las largas sobremesas... y, la verdad, daba la impresión que no le iba mal al tipo. Era evidente que todos ganaban con su trato.
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