Efectivamente aquello fue el resultado más práctico que se pueda concebir salido de rebote del afán especulador de unas mentes privilegiadas. Así son las cosas que, en la inmensa mayoría de las ocasiones, hacemos lo que hacemos con la única y suprema finalidad de divertirnos, es decir, sin buscar en absoluto eso que se conoce como "resultados prácticos".
Hagamos como Feynman y utilicemos el sexo como metáfora. Y volvamos al 99,9% para quedarnos cortos si pensamos que esa es la proporción de veces que se practica por mera diversión. ¡Qué digo diversión! Se practica por una mera pulsión ciega sobre la que la razón no tiene el menor poder atemperante. Porque es que, además, si el 0,1 % de los coitos fuesen de intención práctica y de ese o,1 % otro 0,1 % se resolviesen en embarazo el mundo reventaría por sus costuras.
Pues bien, esa es la cuestión, que cuando Einstein, Oppenheimer, Böhr, Fermi, Feynman, y otros como ellos, se ponen a especular sobre la estructura del átomo, es decir, llegar lo más lejos que se puede en el conocimiento de este mundo en el que vivimos, no persiguen otra cosa que calmar su espíritu dando rienda suelta a su ansia de saber.
Sin embargo, hay en el razonamiento de Feynman, y en el que les vengo exponiendo, algo que no me cuadra del todo. Porque, para empezar como la ortodoxia del pensamiento crítico exige, ¿qué quiere decir "resultados prácticos"? ¿Acaso desviar nuestra atención de los negros pensamientos que engendra el aburrimiento no es un resultado práctico donde les haya? Por no hablar del placer inherente a cualquier acto de descubrimiento, conquista, etc.. Desde luego que obtener una bomba atómica como resultado de las especulaciones puede ser considerado un resultado práctico según y cómo se mire y, también, dar en la diana cuando se fornica, pero, ¿qué quieren que les diga? Donde esté el pajeo por el pajeo y el fornicio por el fornicio que se quiten todos los demás resultados prácticos que por lo general no hacen otra cosa que cubrirse de polvo en las estanterías en las que yacen arrumbados.
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