"Podría haber sido de otra manera." "Sí, ¿pero qué esperabas?"
Interesante reflexión de Lars von Trier sobre la aceptación de lo inevitable en función del estado de ánimo. Ya, hace muchos años, me había impresionado un libro de Castilla del Pino sobre la depresión que es otra forma de llamar a la melancolía. Según él, nada hay más inquietante que la lucidez de un depresivo. A nada que te descuides acabarás sucumbiendo a sus poderosos argumentos de que absolutamente nada merece la pena porque con sólo distraer la vista por el firmamento tendrás la absoluta certeza de que un planeta gigante se aproxima a velocidad de vértigo. Así que ya puedes hacer hoyos de golf o machacártela con un martillo pilón porque todo da exactamente igual: sólo la aceptación de lo inevitable puede traerte cierto sosiego. O lo que es lo mismo: hacerte fuerte frente a la adversidad.
Bueno, no está de más pararse a pensar de vez en cuando en estas cosas. Porque nos pasamos la vida yendo de La Ceca a La Meca creyendo que estamos haciendo algo interesante y en realidad puede que no estemos haciendo otra cosa que intentar distraer la atención de ese planeta que se aproxima cada vez a mayor velocidad. Una vana ilusión en cualquier caso por la que solemos echar el resto cuando podemos conseguir los mismos efectos construyendo una cueva mágica con cuatro palos que recogemos en el bosque.
Los daneses, Kierkegaard, el existencialismo, la subjetividad, ¿qué es la verdad sino lo que sientes como tal? El caso es que hay bastante acuerdo por ahí en que Dinamarca es uno de los mejores sitios para vivir que hay en el mundo.
Sí, dìselo a mi compañera la profesora de danés (y el de sueco y la de noruego), que no han vuelto a pisar su país más que en las vacaciones de verano.
ResponderEliminar