martes, 23 de septiembre de 2014

Mis dioses



El otro día hubo fuego en una perrera de Manchester. Un número indeterminado de perros quedó maltrecho lo que suscitó una oleada de compasión que en menos de lo que se dice recaudó un millón de libras para reparar los daños. Hoy veo que enfermos de hepatitis son abandonados a su suerte porque la sanidad pública se siente incapaz de sufragar los tratamientos de 60000 euros por persona. Sería absurdo sorprenderse y menos indignarse por esa diferencia de trato que tan bien retrata el sentir de no sé si la mayoría pero sí desde luego de una proporción significativa de la humanidad. Ya saben, hermano lobo, hermana hiena. Por eso el Papa se llama Francisco, por el de Asís, y a la gente le cae tan bien aunque cada vez pinte menos. 

Sin embargo, no todo es paradoja. Hay situaciones en las que la consecuencia es absoluta. Un lince inglés que ha hecho su fortuna gracias a su habilidad con los números ha donado 5 millones de libras para que el Museo de la Ciencia de Londres dedique un ala a las matemáticas. El proyecto, ya en marcha, está dirigido por una arquitecto angloiraní que también es matemática. 

Así es el mundo y que dure. Porque seguramente esa es la única forma de que haya cierta armonía. Unos con el "soma", o los husmeaojetes, que tanto da, y a obedecer, y otros con las matemáticas y a decidir. Los épsilons y los alfa. Y cada vez, da la impresión, más distancia les separa y, por tanto, más fácil es que funcione porque más díficil es que choquen.  

Así que cada cual adore a sus dioses y haya paz en la tierra. Yo, tengo claro cuales son los míos. Y si tienen a bien conservarme la salud desde aquí prometo que peregrinaré a The Mathematics Gallery of the Science Museum in London tan pronto como esté acabada. De aquí a dos años o así. Bueno, y ya puestos, aprovecharé para visitar la galería dedicada a Physics of Sustainability at The Cavendish Laboratory in Cambridge. No se me ocurre mejor manera de dejar este mundo que con ese viaje radicalmente iniciático. ¡Ay, si mi hubiesen pillado estas veleidades de joven! Lo que hubiese podido llegar a mandar que es, en realidad, lo que de verdad me hubiese gustado hacer. 

4 comentarios:

  1. Sí: creo que habrías mandado más que Gallardón.

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    1. Cada vez estoy más convencido de que los políticos más que mandar son unos mandaos.

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  2. Perdón: quería decir que Gallardón y Ana Botella juntos, por supuesto.

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    1. Representantes genuinos de un mundo revolu. De sacar a pasear el perrito los domingos por la mañana y cosas así. Sin embargo es con Botella con quien se va a peatonalizar el cntro de Madrid. Paradojas.

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