lunes, 5 de octubre de 2015

KAOS

Una de las cosas más curiosas de la vida es la facilidad con la que uno se adapta al caos. El otro día vine en el tren con la bicicleta y todo el rato me inquietaba la idea de tener que ir desde la estación hasta casa. Pensaba ir por las alamedas que hay en el centro de la Castellana y otras veces por las aceras. Ya para salir de Chamartín tuve que preguntar porque aquello me parecía un laberinto. Pues bien, me metí por una calle que me indicaron y ya luego fui todo el rato por la calzada, sorteando coches, autobuses, lo que hiciese falta que como era una rush hour, pues ya saben, igual que si tuvieses que nadar en una piscina de mermelada como dicen los ingleses. El caso es que no tardé ni dos minutos en darme cuenta de que aquello era tremendamente divertido y, sobre todo, estimulante. Así es que llegué a casa en un visto y no visto con un subidón considerable y la correspondiente sequedad de mucosas. Como si me hubiese metido cuatro rallas. 

Están bien este tipo de experiencias porque, no sé, pero apostaría algo a que ayudan mucho a entender el mundo que nos rodea. Porque no puede ser que sea por nada que el caos, ya sea real ya aparente, se instale en el mundo con tanta facilidad y no haya forma de someterle a una cierta racionalidad. Es como si el caos tuviese que ver con la vida y el orden con la muerte. Bueno, de esto ya hay toneladas de teoría escrita así que paro de especular. Pero una cosa sí que quiero decir y es que a nivel personal todo lo mejor que me ha proporcionado la vida ha sido la consecuencia de actitudes percibidas por los que me rodeaban como caóticas. ¡La de avisos que habré recibido, madre mía, y aquí estoy tocando la guitarra!  

Sea como sea, lo que quiero señalar es que no hay cosa más tonta que todas esas conversaciones que tenemos con el tema de fondo dedicado al sometimiento del caos al orden. Y eso a pesar de todo lo que nos llegamos a reír en su día viendo aquella serie de titulo "Get smart". CONTROL contra KAOS. Parece como si no hubiésemos sabido entender de qué nos estábamos riendo. Porque la realidad parece ser que cuanto más tontos sean los agentes de Control mejor se combate a Kaos. Por eso, entre otras cosas, no nos debe preocupar en absoluto quién llegue al poder con tal de que no sea un cerebrito. Tampoco es que haga falta uno muy tonto, pero bueno, con tal de que deje correr ya se encargara la vida de ir por el mejor sitio, o sea, para que nos entendamos, por donde más facilidades hay para que la gente con energía fornique todo lo que quiera y así se le vayan por donde es debido las ganas de fastidiar a los demás . 

Sí, no se lo tomen a broma, porque ¿a qué se creen que es debido todo ese infierno que hay montado en el Oriente Medio? Pues al estricto Orden que querían mantener sus clases dirigentes. Así ha sido que los jóvenes y las jóvenas de por allí no han tenido otra salida para poder satisfacer las necesidades propias de su condición que montar una guerra. Al final, fornican. Ya verán qué pronto se apacigua aquello. 

En fin.   

  

No hay comentarios:

Publicar un comentario