miércoles, 2 de octubre de 2013

Pirateando



La verdad es que comprendo perfectamente el mosqueo que se traen algunos con esto  que se ha dado en llamar piratería con no sé si poco o mucho acierto. Tengo mis dudas. Arcadi Espada y Fernando Savater, por citar a dos de las que considero entre las mejores cabezas del país, opinan que, efectivamente, es pura y dura piratería que pone en serio peligro los caladeros de la creatividad. Lo que pasa es que ser muy inteligente no exime de caer en el error patofísico de tomar el propio interés por aquilatada opinión. Arcadi se queja de que cada vez gana menos. Y mira que el hombre se esfuerza por hacer pasar por taquilla a sus lectores. Lo tiene chungo, me parece. Como los músicos se tendrá que dedicar a los bolos si quiere seguir gozando de los placeres de la haute cuisine.

No menos dudas me produciría mi opinión al respecto si la tuviese. Mejor así, porque podría amargarme el dulce, porque se da la circunstancia de que por la módica suma de unos 70 € más la benevolencia de unos allegados tengo un disco duro cargado con lo mejorcito de la historia del cine y la televisión. No sé, pero mucho voy a tener que vivir si quiero verlo todo. De momento, me relamo con solo pensar lo bien provisto que estoy para enfrentar las largas noches del invierno frío. 

En cualquier caso, de poco sirve lo que piensen los unos o los otros. Como en tantas cuestiones controvertidas lo que cuenta son los hechos. Pongamos que fulanito compra una película, la ve y le gusta mucho. Se la voy a pasar a menganito que seguro que le gusta, piensa y hace. Como menganito vive lejos se la envía por la red. Menganito, a quién también le gustado se la envía a Zutanito. Zutanito se la envía a otro y este a otro, a otro, a otro... así, por progresión geométrica que le dicen, en cuatro días tiene la película hasta el gato. ¿Es eso piratear? Puede que lo sea, pero como ningún gobierno sabe a donde mandar sus fragatas para combatirlo lo más inteligente será que nos acostumbremos a vivir con ello. Recancomiéndose los unos y beneficiándose los otros... como siempre fue y será la estela que dejan todos los grandes descubrimientos.

Luego, respecto a los funestos augurios sobre los caladeros de la creatividad, me fumo un puro. Hay que sentirse muy perjudicado para creer en eso. Lo más probable es que pase lo contrario, hasta tal punto, que acabemos deseando que la gente pare de inventar para que podamos tomarnos un respiro.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario