sábado, 5 de octubre de 2013

Siendo muchos



"La única manera de enfrentarse a esos pocos que se han llevado todo es siendo muchos", ha dicho en Santander un tal Benjamín Prado. Ya había escuchado alguna vez a este señor y, francamente, siempre me llamó la atención que se le tome tan en serio. Anda el tal por ahí, de plató en plató, soltando parida tras parida. Eso sí, pone una cara de bueno cuando las suelta que no es extraño que guste tanto a las abuelitas con nietos en el paro. Más o menos como gusta Antonio Gala o gustaba José Luis San Pedro por citar a dos ilustres eminencias especializados en simplificar el mensaje para que no sólo lo entiendan perfectamente sino que también les chifle a los fracasados escolares especialistas, a su vez, en practicar el botellón. 

Me pregunto quiénes serán "esos pocos" y qué será ese "todo" que se han llevado. Por no hablar de ese "siendo muchos" que es como una especie de mística de las de para partirse de risa. Parece mentira que haya gente mayor que todavía piense que haya alguien que siendo algo quiera formar parte de "siendo muchos". Desde luego que si hay un axioma incontestable ese es que "ser muchos" sólo lo desean los que no son nada. O sea, los ceros a la izquierda. Ya te puedes hartar a ponerlos que no conseguirás otra cosa que ensuciar el papel. De hecho es lo que consiguen esos "siendo muchos", ensuciar las calles, a veces, incluso, con su propia sangre, porque lo que es con la de "esos pocos", que es lo que quisieran, raras han sido las veces que lo han conseguido. 

Benjamín, Antonio, José Luis, demagogos baratos. Son el cáncer del sistema político conocido como democracia. Ya en la Grecia clásica las mejores cabezas analizaron el mal y trataron de ponerle coto. Platón, por ejemplo, sostuvo que la única terapia posible era pasarse a la tiranía. El caso es que, listillos o rematadamente idiotas, lo que nadie puede negar a los demagogos es una cierta gracia para decir a los ceros a la izquierda lo que les gusta escuchar. Aunque subliminalmente les estén llamando mierdas, en el sentido literal, que es único accesible a los ceros, les están eximiendo de toda culpa por no haber querido o sabido atender en la escuela, cosa ésta que es, que nadie se engañe al respecto, la madre de todas las peores desgracias que corroen el mundo conocido como desarrollado. Atendiesen los niños en la escuela y mal lo iban a tener los demagogos. 

En fin, lo que no se haya dicho ya y lo que habrá que seguir diciendo y parece que como si nada. Hoy mismo veo al Sr. Rubalcaba tachando de "anticatalanes" a los del Partido Popular. De puro sinvergüenza pasa ya a la categoría de descerebrado. ¿En qué concepto tiene ese tipo a los ciudadanos? Sin duda los considera basura. Ni siendo un empedernido botellonero te puedes tragar eso. En fin. 

2 comentarios:

  1. Lo del PSOE es muy pasmoso, quiero decir, el nivel de desvergüenza y de estupidez que están alcanzando sus dirigentes actuales. Me imagino que si es un partido que todavía tiene algún sentido, se producirá algún movimiento que obligue a cambiar a esta gente. Es de suponer que por ahí van las declaraciones de la vieja guardia durante los últimos días. Y si no, pues se hundirán como le pasó a UCD y algún otro tomará su puesto.

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    1. Sí, es sorprendente, porque un tipo como Rubalcaba no se explica uno que haya llegado a semejante grado de imbecilidad. A la gente de los partidos les debe de pasar como a los Rangos, una familia de mi pueblo cuyos diez primeros apellidos eran Abascal Abascal Abascal.... Eran un totum revolutum de hermanos primos y demás que sólo se distinguían entre ellos por el grado de tara mental. De todas formas como vivían por las cabeceras casi ni se les notaba.

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