Ayudar a los bancos versus ayudar a las personas. ¡Agárrame tal mosca por el rabo! Pues bien, el señorito de Izquierda Unida lo tiene claro: es la eterna dialéctica ricos/pobres. Mala gente/buena gente en definitiva. Y venga y dale, y se van a enterar estos hijos de puta que ahora me pongo en huelga y se van a tener que comer sus basuras... yo también las mías, pero lo hago con alegría porque sé que estoy jodiendo a alguien. La condición humana en estado puro. La rabia que nace de la envidia que brota de las diferencias. ¡Anda que no da todo esto para comer el coco a las víctimas del botellón! ¡Tan felices que fuimos de jóvenes!
Vienen a cuento semejantes consideraciones porque, según tengo entendido, se nos viene encima un año cargado de citas electorales. Y tiemblo ya pensando en el cúmulo de majaderías con las que nos vamos a tener que desayunar cada día so pena de salir pitando a cabalgar por las inabarcables estepas al sur de la cordillera. Podemos, jodemos, chingamos, nos separamos... ¡menuda vara! Cómo si no supiésemos que aquí ya está vendida, y requetevendida, toda la pesca de arrastre. Lo poco que queda, que sin embargo es bastante, es la pesca artesanal. Las artes de cada uno para mejor sustentarse.
En fin, vamos a ver si somos capaces de hacer oídos sordos al tsunami que se nos vine encima.
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