sábado, 24 de mayo de 2014

Va de ricos



Perdonen que insista, pero es que me lo está poniendo a huevo: la Sra. Valenciano ha dicho que el Sr. Cañete odia a las mujeres y a las madres trabajadoras. Así, por este orden. Y el Sr. Cañete como si nada, cuando lo suyo hubiese sido dar dos tortas a la Sr. Valenciano con toda la razón del mundo porque es que cuando se llega a tal grado de estulticia sólo los sopapos pueden producir algún efecto reparador. 

Para que las turbas iletradas entiendan lo que no es se ha dicho que el Sr. Cañete es de derechas y la Sra. Valenciano de izquierdas. No, la verdad es mucho más simple, el Sr. Cañete es rico y la Sra. Valenciano es pobre. Rico y pobre, bien entendido que en el único sentido que hoy día se puede ser rico y pobre, es decir, según la cantidad de conocimiento que se acumula. Así, poner a discutir de cosas complicadas como es la construcción europea a un abogado del estado y a una simple bachiller, sencillamente, es un verdadero despropósito. Es como si yo me pongo a discutir con Botín de mercados financieros. De chiste. 

Ese es el problema, que hablar a las claras sobre el capital de conocimiento, o sea, la riqueza de cada cual, tiene unas connotaciones humillantes para los iletrados. Mi opinión vale tanto como la suya porque, se sobrentiende, esto es una democracia. Y en una democracia, también se sobrentiende, la inteligencia natural de un vago suple con creces a los miles de horas de estudio de un empollón. En eso consiste todo y el que no quiera entenderlo que haga mutis por el foro porque de lo contrario va a tener que escuchar cosas muy desagradables cuando no un tiro en la nuca. 

Afortunadamente, en estos momentos tenemos a la cabeza de Europa a una señora francamente rica y por eso sabe que la democracia consiste en dejar que los niños jueguen a mayores hasta que se acabe el recreo. Después todos a formar y a clase. Y así es como las cosas funcionan. Por eso ha sido que, ahora, con motivo de las elecciones al Parlamento Europeo, no se le ha visto despeinarse. Que ganen unos, que ganen otros, y a ella qué. Ella es rica y sabe que sólo los ricos saben sacar las castañas del fuego. Y por tal es que, según rumores que corren, ya tiene decidido que gane quien gane la Presidenta de la Comisión será Cristina Lagarde, rica entre las ricas y no sólo porque sea la Presidenta del FMI. Ha corrido mucho mundo antes de llegar a ese puesto. No sé, pero en lo que a mí respecta, bien que me gustaría que esos rumores se cumpliesen. Porque, de verdad, lo mismo Juncker que Schultz, los dos candidatos oficiales, me parecen bien poca cosa. Pobretones, en definitiva. El uno abogado de provincias y el otro librero de pueblo. Los europeos, creo yo, nos merecemos más. Una alta ejecutiva de la Escuela de Chicago por ejemplo.

También corren rumores de que Merkel va a bregar por el puesto de Secretario General de la ONU. Sería una buena cosa. Ya veremos. Anyway, una cosa es inevitable y todo el mundo debiera ser consciente de ello, a saber, que cuando los pobres se hacen con el poder el desorden está garantizado, y ese es el momento en el que las clases medias, profesionales y tal, empiezan a pensar que si eso es la democracia ellos prefieren una dictadura. Me lo explicaba mi padre que vivió exactamente eso en el 36 del siglo pasado. Y recién venimos de un amago semejante cuando lo de Zapatero. Porque los pobres, sí, está muy bien que tomen vinos por la zona húmeda de León o de cualquier ciudad, pero por favor que se mantengan lejos de donde se trata de las cosas serias.

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