Hay pocas jeremiadas que sean más recurrentes que esas que suelen entonar las personas que son conocidas como "de letras". Según ellas, muchos de los problemas que se agravan en el mundo son debidos a la cada vez menor atención que los planes oficiales de estudios dedican a las humanidades. Cómo no, los políticos como chivos y a mí que me registren.
Ahora está volviendo la matraca a propósito del plan STEM que está impulsando el Sr. Obama. Como todos ustedes sabrán stem quiere decir raíz o de donde se deriva lo que sea. Por ejemplo, stem cell es célula madre. Pero STEM también es el acrónimo de science, technology, engineering y mathematics. ¿Lo cogen? La raíz de donde se deriva el elevado nivel de vida que todo el mundo persigue: ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. De Historia del Arte, Filologías varias, Historia, Filosofía, etc., ni mentarlas. Como si se quisiera dar a entender que esas materias que las estudien las niñas monas que como se van a casar bien... o algún hijo rarito de millonario para que se le pueda colocar al frente de la fundación familiar. En fin.
Yo no tengo ni idea de cómo será la cosa aquí y ahora, pero cuando yo moceaba las cosas estaban claras: una vez superada la revalida elemental, a los catorce años o así, se escogía entre ciencias y letras. Los que escogían ciencias abandonaban el latín y los de letras las matemáticas. Así era que si a alguien de letras le preguntaban cuanto suman dos y dos, daba por respuesta: lo siento, yo soy de letras. De los de ciencias, sobre todo si iban para ingenieros, se decía que eran muy aburridos por incultos. Bobadas en ambos casos, por supuesto, pero con ese trasfondo de sospechosa verdad que suele encerrar toda bobada.
Así que parece ser que en los últimos años algo se ha recuperado la cosa, pero desde los años setenta hasta hace bien poco el número de matriculas en las facultades de Humanidades no ha hecho sino disminuir. Y nada que ver con las políticas académicas, no, ha sido debido, sencillamente, a que las niñas, incluso las muy monas, han decidido que quieren ser como los chicos y se han puesto a estudiar ingeniería y cosas así. ¡Pour quoi pas, oye!
Sea como sea, ellos vuelven a la carga. Que si los valores que se pierden, que si el mundo es cada vez más materialista, cosas así que traerían causa de la cada vez menor atención a las humanidades. Bueno, es fácil comprender que todo el mundo quiera que se dé más importancia a aquello a lo que se dedica, pero como aquí cada vez menos gente de la que cuenta se chupa el dedo...
¡Porque vamos a ver! ¿Usted es de letras, no? Entonces, por poner un ejemplo, debo suponer que sabe perfectamente en qué consiste la proporción áurea. Y que sabrá resolver una ecuación cuadrática sin lo cual difícilmente podrá llegar al número phi. Y sabrá de la magia de ese número más allá de que cuando se emplea en algo ese algo queda bonito. Bueno, no hace falta extenderse en consideraciones al respecto. Sin saber matemáticas, que quede claro, ni de ciencias ni de letras. Y sabiéndolas, pues qué quieres que te diga, no es cuestión de ganar más, que también, es que para la mayoría es más divertido por fácil especular con hechos ciertos que con suposiciones... que, para esto último, anda que no hay que tener cabeza.
Por lo demás, de lo de la materialización de la vida y la perdida de valores y tal, dime en qué te basas.
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