Se supone que entender el mundo en el que vivimos es algo que le interesa a todo quisque. Lo que pasa es que cada uno trata de conseguirlo a su manera. A través de los libros es una de ellas que no sabría decir si está entre las mejores o es simplemente una especie de muleta con la que tratan de ayudarse los que tienen ciertas deficiencias de comprensión a primera, o segunda, vista. Porque estoy seguro de que todos habrán conocido a gentes que no agarraron en la vida un libro y sin embargo tienen el juicio muy aquilatado. Y por contra, tipos que han leído lo habido y por haber y cuando les tratas parecen tontos hechos de encargo. Bien es verdad que ni lo uno ni lo otro es muy frecuente, pero sí bastante notorio. Quizá lo más efectivo al respecto para la gente normal sea aprender dos en la vida y uno en los libros, como dijo Noséquién.
En lo que hace a un servidor, pienso que una de dos, o he perdido demasiado tiempo leyendo tonterías o, sencillamente, no supe sacar partido de tanto quemarme las pestañas. Porque lo lógico sería que tras tanto esfuerzo hubiese conseguido algo de la serenidad que dicen da comprender lo que nos rodea. Pero nada más lejos de la realidad. Me paso media vida encabronado y la otra media perplejo porque no comprendo de la misa la media.
Y es que, quizá, ahora que lo pienso, la función de la lectura no sea la de ayudarte a comprender el mundo sino más bien demostrarte lo prácticamente imposible que es llegar al meollo de cualquier cuestión. Puedes aprender a merodear por los alrededores, pero lo que es el meollo... en eso solo cabe el "sólo sé que no se nada" socrático. Y en eso si que, quizá, se pueda diferenciar el buen del mal lector, en que el malo cree que ha aprendido lo que es imposible aprender.
Anyway, hay que ver lo que algunos libros entretienen. Como algunas películas. Cuentan historias que si consiguen interesarte y engancharte es como si te metieses dentro y vivieses otra vida. Y eso, en cierta medida, enriquece la experiencia, lo cual no es cuestión baladí ya que, como todo el mundo sabe, es la madre de la ciencia del vivir... siempre y cuando no se interponga la esperanza maldita que nos hace tropezar dos y mil veces en la misma piedra.
Por lo demás, ojo al parche, con el "ayúdame a entender". Todos esos libros que cita, infiero, han sido editados por el mismo grupo mediático que edita el periódico donde aparece el artículo, es decir, el global, antiguo independiente de la mañana. Antaño, cuando todavía babeaba, me metieron unas cuantas dobladas, así que, por lo menos en esto, no voy a volver a tropezar. No pienso comprar ni uno.
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