miércoles, 17 de julio de 2013

Bárcenas en la picota

 
 
En la provincia de Santander hay un pueblo que se llama Bárcena de Pie de Concha. No les será fácil encontrar un nombre de lugar que dé tanta información acerca del lugar propiamente dicho. Si se dan una vuelta por allí no les costará comprobar como se confirman todos los datos. Ubicado en una llanura a orillas del Besaya es fácil suponer que le pueden afectar las crecidas periódicas del río. Y justo por eso se llama Bárcena, porque reúne las características que según el DRAE son precisas para ser una bárcena. Luego verán que está justo en la base del circo de montañas que cierran el valle de Iguña por su lado sur. O sea, al pie de una concha. O sea, que con el nombre está todo dicho.    

Una vez, hace ya muchos años, fui a visitar a un amigo que estaba por aquel entonces haciendo una sustitución en ese pueblo. Como aquel trabajo era muy llevadero y no eran de esperar grandes contratiempos, optamos por fumarnos unos canutos como preámbulo a la inspección de los alrededores. De lo único que me queda recuerdo claro de aquellas andanzas es que fuimos a dar a una plazoleta en cuyo centro había una picota. Me lo aclaró aquel amigo: mira esto es una picota. Quizá la única picota que se conserva en toda la provincia de Santander. Bueno, luego en Castilla he visto muchas, aunque allí le llaman rollo y suelen ser de estilo barroco isabelino. Incluso he visto un pueblo en donde han utilizado el rollo como pedestal para una virgen de Fátima. Una irreverencia a todas luces a causa de la ignorancia, porque es que lo que pasa es que el común de las gentes de hoy día, e incluso más de un párroco, desconocen el significado de las picotas o rollos. ¡Imagínense a una Virgen de Fátima en la picota! ¡Qué disparate!

Miren la foto al inicio de esta entrada: ¿creen que esos niños son conscientes de lo que significa el lugar que han elegido para inmortalizarse? Porque es justamente la picota de la que les hablaba. Un lugar, sin duda, cargado de un simbolismo que convendría aclararles. "Poner en la picota" es una forma de justicia que asigna al escarnio público la parte del león en lo que hace a la redención de la pena. Nada de estar escondido tras unos muros, no, es estar expuesto al público para que te insulte, escupa o lo que considere apropiado para calmar sus instintos de desquite. Algo, en definitiva, muy de temer y, por tanto, muy efectivo como técnica de desistimiento.

Bueno, venía yo pensando en estas cosas con motivo de ser Bárcenas la palabra más repetida estos días en todo el ruedo nacional. Además, siempre repetida en relación con la justicia. Porque es que se da el caso de que todo parece indicar que el tal Bárcenas es un condenado bribón. Y digo yo que, acaso, si cogiesen la picota de Bárcena de Pie de Concha y la colocasen en mitad de la Puerta del Sol para, después, encadenar a ella al citado Bárcenas... pues qué se yo, que alomejó  con unos cuantos improperios y escupitajos se acababa todo este rollo.  

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