Cataluña y España, País Vasco y España, Torrevieja y España. La famosa diversidad, enseña de la casa. Para partirse de risa. O, si no, que me digan en donde no hay tanta diversidad, al menos, como en el patio de mi casa que es particular.
Así que les voy a dar mi opinión de cual es el verdadero quid de la cuestión que siempre parece que está a punto de salirse de madre, pero que no porque no puede ser y además es imposible. El quid reside en los socialistas, cuya razón de ser se la llevó el viento hace ya mucho y todavía no lo quieren aceptar. Todo aquello de la "patronal terrorista" que todavía gritan por las alamedas los desgraciados que son expulsados del sistema por no haber sabido aprovechar todo lo que invirtió el Estado tratando de enseñarles. Ahora ya, aceptado por todos sin ambages que fuera de Adam Smith no hay terreno de juego, no les queda más salida a los que le negaban que buscar subterfugios que den apariencia de legítimos.
Subterfugio de sufterfugios, salir de mediador entre las partes en conflicto. Qué partes, qué conflicto, eso es lo de menos. Como dijo el clásico, si no le gustan mis principios, aquí tengo otros. La cuestión territorial que le dicen. Si los de Villarriba y los de Villabajo no se entienden, aquí estoy yo para intrigar de forma que se perpetúe el malestar que es mi razón de ser.
¿Se imaginan ustedes en qué quedaría la cuestión territorial si los dos principales partidos estuviesen de acuerdo en ella lo mismo que lo están en las cuestiones económicas? Pero, entonces, ¿qué les quedaría a los socialistas para justificar su existencia si en lo económico ya lo cedieron todo? No, mucho me temo que va a durar el artificio porque no se ve en lontananza cosa de sustancia que les pudiera diferenciar de los otros, los de Adam Smith de toda la vida.
No sé, pero tiendo a pensar que lo más fácil sería que los dos grandes partidos dijesen a la gente, miren ustedes, en lo ideológico, principios y tal, somos como dos gotas de agua. Lo que nos diferencia es la calidad profesional de nuestros cuadros. A la vista están los resultados de donde gobiernan unos y otros. Ustedes deciden.
Por cierto, miren la foto. El español bueno tratando de convencer al catalán con aspecto un poco torvo que es que no es para menos con todo lo que nos habéis hecho. De chiste.
Esto ya es muy cansino: alguien debería decir a la población, catalana y mundial, que se independicen o no, la fuerza de la gravedad seguirá siendo la misma, el metabolismo de las células no se va a alterar y ni siquiera cambiará uno solo de los decimales del número pi. Cuando oigo estas cosas tengo la misma sensación de cuando se montó la historia de los papeles del archivo histórico: tan ridículo era exigir su presunta devolución como negarse a ella. Aquí pasa lo mismo. Eso sí, lo que hay que dejar claro es que si hay algún responsable de tanta estupidez, ese responsable es la sociedad catalana en su conjunto, aquellos que, al día siguiente de que salieran tantos miles de insensatos a la calle, no hicieron lo mismo para parar tanta idiotez. O los que callan cuando se atenta contra uno de los derechos humanos más fundamental: que a un niño se le escolarice en su lengua materna, cuando esa lengua es oficial en el país en el que vive.
ResponderEliminarCansino de cojones, perdón por la expresión.
EliminarComo cansino es todo esto de derecha e izquierda. ¿Donde están las diferencias si las habas están contadas? En lo único que hay diferencias, y muy grandes, es en la formación de las personas. La democracia debiera ser una competencia de curriculuns y resultados de gestión. Se adaptaría mucho más a la realidad.
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