Así fue que a un Rey, hace ya siglos, para ser, o parecer, más sabio, se le ocurrió tener su huerto en la ladera y, de resultas de aquello, los madrileños tienen hoy El Retiro, sin duda uno de los más hermosos lugares que se puedan concebir en el centro de una gran ciudad. Sobre todo con las primeras luces de una mañana de verano cuando el aire está sereno y vestido de hermosura y luz no usada...
Me voy de Madrid con pena. En el metro, una pareja de gitanos con guitarra y cajón interpretan malamente "alegría de vivir". "Yo la busco y no la encuentro" repiten una y otra vez con su voz rota de tanto sudar la tribu. Si madrugasen, pienso, y fuesen a pasear por El Retiro quizá diesen con ella. Se van los gitanos y viene la rusa con sus canciones de cabaret de años treinta. No me explico que no la contrate alguien porque es francamente buena... pero, claro, hay tanto de todo y tan bueno en la gran ciudad... por eso da pena largarse.
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