sábado, 18 de octubre de 2014

Menudeos


Marta Muñoz es una señora de aquí, de la pequeña provincia, que escribe divinamente, lo cual, si se tiene en cuenta que estudió filología en Salamanca, no tiene mucho de particular. Lo raro sería que escribiese mal. El caso es que mantiene un blog de nombre MENUDEOS -le encontrarán entre los adscritos al Diario Montañes- en el que se suelen leer cosas interesantes. O sea, bien pensadas, cosa que, por otra parte, huelga decir después de haber señalado lo bien que escribe. ¿Cómo escribir bien si se piensa mal? ¿Cómo saber si se piensa bien si no se escribe lo pensado? En fin, como decía Cervantes, la escritura es la lengua del alma. Si escribes dejas el alma al descubierto y sólo las cosas descubiertas se puede saber lo que son. 

Marta, como le corresponde por nombre, es hacendosa. La casa, los niños, esas cosas. Pero se ve que hizo caso cuando escuchó aquello de que no sólo de pan vive el hombre. O la mujer, of course. Y por eso cultiva el espíritu. Reflexiona sobre lo que le rodea. Las cosas de la vida cotidiana. Y reflexiona en alto para que la escuchen. Marta, en definitiva, es un ejemplo vivo de que en la pequeña provincia también se puede ser libre sin morir por ello en el intento. Quizá, claro, haya que haber estudiado en Salamanca para ello. 

Escribe en esta ocasión Marta sobre los foros de internet en Cantabria. Les transcribo un párrafo:
 
"... Pero no de Cantabria, no había foro para nuestra región. Y cuando lo hubo, el movimiento era mínimo una vez más.

Y entonces lo entendí.

Creo que los cántabros somos… voyeurs cibernéticos.

Lo nuestro es más leer lo que escriben los demás que exponernos, esperar a que otro saque el tema, cuidar las palabras para que el vecino no nos identifique. Somos cautos. Cotillas. Amantes del saber como todos, claro está, pero indirectos… nos gusta más enterarnos leyendo que preguntando. Quizá somos tímidos también. Nos cuesta más arrancar, dejar entrar esa familiaridad superficial y rápida que se crea en esos contextos. Un foro dividido por zonas geográficas es un microcosmos en el que esos rasgos de carácter de unos y otros acaban transpirando entre líneas."

Bueno, mi experiencia personal confirma en gran medida esas apreciaciones. Pero yo nunca diría cántabros. Diría gente de la pequeña provincia. De cualquier pequeña provincia poblada por gente pequeña. Está bien que Marta se atreva a llamar cotillas a esa pequeña gente. Y cautos. Quizá Oscar Wilde llamase a esa cautela cobardía, de la misma manera que llamaba a la humildad hipocresía y a la modestia incompetencia. Mejor las cosas por su nombre ¿no les parece?

Anyway, lo que cuenta es que haya Martas infiltradas en la pequeña provincia. Es la única manera que se me ocurre de que algún día pueda ser grande.

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