Da la impresión de que Juan Goytisolo no necesitó otra cosa para dar en el clavo de la pijoprogrería que describirse a sí mismo. Reunía todos los criterios, incluido por supuesto el de una familia decadente a más no poder. Y no sólo la familia, también una sociedad, la catalana, que parece adorar como ninguna otra la estética de la decadencia. Por eso la mejor novela que quizá se haya producido allí sea "Vida Privada" de Josep María Sagarra, una historia de la decadencia vergonzante de la sociedad catalana tan pronto se acabó el chollo que para ella supuso la neutralidad de España en la 1ª Guerra Mundial. La de "Señas de Identidad" se desarrolla en una época de parecidas circunstancias, el final de la dictadura franquista y el comienzo de la liberalización comercial que trajo como consecuencia el desmantelamiento industrial con su corolario de agravios comparativos.
Sea como sea, en mi indocta opinión, las dos novelas citadas vienen a ser lo mismo: decadencia. Si la sociedad que describe Sagarra adopta una estética nazi, por ser la moda de la época, la de Goytisolo adopta la pijoprogre porque era lo que tocaba. Nazismo y pijoprogrería, la misma cosa de señoritos angustiados porque notan que se les está acabando el momio y quieren soluciones mágicas para evitarlo. Y por eso fue que allí fuimos todos corriendo a leer lo de las señas a ver si aprendíamos algo para parecer como que eramos de verdad y no simples impostores. Un empeño del todo inútil ya que la mayoría eramos gente venida a más, o sea, horteras.
Por lo demás, en mis andanzas por Barcelona conocí a gente que blasonaba de tener mucho trato con los Goytisolo y saber intimidades de sus vidas de las que levantan los colores. De Juan contaban que, pese a la pijoprogrería militante que exhibía en su vida pública a través de sus artículos periodísticos, para su vida privada se acogía al modelo descrito por Sagarra en su novela. Por eso precisamente, decían, se ha ido a vivir a Marrakech, para ser un potentado y así poder dar rienda suelta a su deseos más inconfesables. En fin, quizá todo habladurías, pero si quieren saber de que van lean "Vida Privada" que es una novela de lo más entretenida.
Oye, una pregunta de lingüista: ¿no será "dextrocordia" (o "dexiocardia" en su defecto)?
ResponderEliminarYo siempre oí decir dextrocardia. Y no hac falta hacer radiografía ni auscultar para descubrirlo. Basta ver como cuelgan los testículos. Siempre llega más abajo el dl lado al que está el corazón. Lo que yo no sabía es que Goytisolo es dextrocardico.
ResponderEliminarLo decía sencillamente porque la mezcla de griego-latín me sonaba rara, pero he consultado un diccionario médico y en efecto es el término consagrado. Misterios de la ciencia. En cualquier caso, es un ejemplo muy útil. Lo usaré en historia de la lengua cuando hable de este tipo de palabras híbridas. Por cierto, ¿esta condición influye en algo en la salud de quien la experimenta?
EliminarSe que hay un Sindrome de Kartagener que consiste en bronquiectasias, sinusitis y situs inversus, o sea, los órganos cambiados de sitio. Conocí un caso en todo mi parcour profesional. Pero, por ejemplo, en Liérganes tenía un vecino con dextrocardia que era un jabato como Korocota por lo menos. Debe de ser relativamente frecuente.
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